Uno que se quedo por fuera del mes de Marzo
Tomado del Dirario PRIMERA HORA DE PUERTO RICO
El músico, cantante y compositor Heny Álvarez falleció en la mañana del viernes (MARZO 30) de varias complicaciones de salud, mientras se encontraba en su habitación en la Égida de Las Enfermeras, en Santurce.
El creador de la primera ópera prima de la salsa "Hommy" y fundador del Grupo Folklórico Experimental Nuevayorquino, murió a los 76 años de edad, según confirmó a PRIMERA HORA Rafy Alemán, íntimo amigo y colaborador del artista.
Durante el último tiempo, Heny Álvarez, cuya carrera musical se erigió en la ciudad de Nueva York, permaneció alejado de los escenarios luego de haber sufrido dos derrames cerebrales que lo mantuvieron bajo cuidado médico.
Natural del barrio de Villa Palmeras, en Santurce, Genaro Álvarez Domenech, su nombre de pila, nació el 19 de septiembre de 1929 y su primera formación musical la halló en los repiques de bomba que solían retumbar en todas las esquinas del sector de Cangrejo.
Comenzó sus andanzas artísticas temprano en su juventud al ingresar al grupo Las Hermanas Sustache, a finales de la década de 1940.
Empero, no fue hasta que arribó a la ciudad de Nueva York, en 1950, que su carrera comenzó a tomar velocidad tras ingresar en calidad de percusionista al Conjunto Marianasi de Luis Cruz.
En 1952 se integró al grupo Son de la Loma y, un año después, se sumó a la orquesta La Oriental Cubana.
Heny Álvarez formó parte de la charanga Orquesta Típica Novel en 1956 y, dos años más tarde, ingresó a El Sexteto de Gilberto Cruz a trabajar como cantante. Con este grupo –junto al que permaneció por cinco años y con el que logró presentarse en el Lincoln Center y en el Carnegie Hall de Nueva York– realizó su primera producción discográfica que se recuerda por el tema "El muerto se fue de rumba".
Al arribo de 1964, formó parte de La Charanga Moderna de Ray Barretto, con quien grabó el disco "La moderna de siempre". Poco después regresó a El Sexteto de Gilberto Cruz, donde estuvo trabajando cerca de año y medio, al tiempo que alternaba sus actuaciones con La Charanga de Lou Pérez.
Colaboró, además, en la grabación del álbum "Comin' at You", producido en 1965 por el sexteto de Joe Cuba, en el que aportó sus composiciones "Juan Ramón", "La fuga pal' monte", "Tremendo coco" y "Guaguancó del jibarito".
Ese mismo año también apareció en el disco "Salsa na' ma" de Charlie Palmieri y La Duboney; grabó los coros para una producción del maestro Rafael Cortijo; y trabajó en la orquesta de Mongo Santamaría.
"Hommy" lo elevó a la cúspide
El momento cumbre en la carrera de Heny Álvarez se produjo en 1973 y como resultado de su magna obra "Hommy", grabada con la orquesta de Larry Harlow y el primer trabajo propiamente salsero que realizó la cantante Celia Cruz.
Esta pieza, que presenta la crónica de un niño ciego, sordo y mudo que aprende a tocar los tambores a pesar de sus limitaciones, comprende en su relato un modo singular de vocalizar la historia de un mesías redimido a la festividad de su herencia sonora y en cuya lírica se encierra un mensaje positivo.
"Hommy", que significa agua en el lenguaje abacuá, fue, sin duda alguna, una propuesta musical y narrativa que marcó la trascendencia de la rítmica afroantillana en el mundo.
Pero más aún, hay en esta gran ópera prima la representación de las formas lingüísticas característica de los habitantes del pueblo de Loíza en los años 30 y 40, coherente con la intención del autor de rescatar la autenticidad de la raíz afropuertorriqueña y posicionarla a gran escala.
Contrario a la información que suele difundirse en torno a la obra, ésta no es un trabajo derivado de la ópera "Tommy" que realizó el grupo de rock británico Who temprano en los años 70. Por el contrario, el esfuerzo de esta composición es auténtico y original, según explicó y documentó su creador en el suplemento "Historia de la salsa" de PRIMERA HORA.
Heny Álvarez trabajó afanosamente en proyectos culturales dirigidos a la comunidad puertorriqueña de Nueva York y fue coordinador de música del Museo del Barrio y director del programa "Nuestra música latina" del Lincoln Center.
Otra de sus grandes contribuciones fue el montaje de la obra "Vegigante musical" y la realización, en 1975, del primer concierto de bomba con arreglos sinfónicos junto a Cheo Feliciano y la Orquesta Sinfónica Panamericana.
En los últimos meses de su vida, el compositor concentró sus energías en el desarrollo de una nueva ópera prima salsera que, bajo el título de "Eco divino", soñaba llevar a los escenarios.
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